Conor McGregor incumplió de nuevo su palabra, aunque esta vez sólo a medias. El irlandés, de 35 años, había anunciado que el primer día de 2024 haría oficial su próximo combate. Lo ha hecho, aunque algo antes. En la tarde de fin de año en Europa, The Notorious ha publicado un vídeo de su cena despedida de 2023 (la pasada semana se encontraba en Arabia Saudí) en la que ha puesto fecha y rival para su regreso a la jaula.
El irlandés volverá el 29 de junio de 2024 en un combate ante Michael Chandler.
Fuera de la fecha, que trae cola, lo más esperado era saber el peso. Será, después de muchas dudas, en el límite del peso medio (menos de 83,9 kg). La idea que se había rumoreado, desde el inicio, era que el pleito se diese en el welter ya que tanto McGregor como Chandler son pesos ligeros, pero no. Saltarán dos divisiones.
La pelea, según McGregor, estará encuadrada en la International Fight Week de la UFC.
La compañía por el momento no ha confirmado ni desmentido nada, pero el calendario cuadra. La empresa suele organizar su gran semana en los días anteriores o posteriores, dependiendo del año, a la fiesta nacional de Estados Unidos, el 4 de julio.
A falta de oficialidad por UFC, el anuncio ha generado ruido en redes sociales, como es lógico.
El regreso de McGregor lleva dando vueltas desde hace casi un año. En febrero de 2023, se anunció la presencia del irlandés como coach del TUF 31 (reality de la UFC). El otro entrenador de la edición era Michael Chandler. El combate parecía hecho. Habitualmente, una vez que concluye el reality se pone el pleito cerca para aprovechar el hype. Era la idea. Agosto parecía el mes, pero no fue.
McGregor peleó por última vez el 10 de julio de 2021.
En esa pelea sufrió la fractura de la tibia y el peroné izquierda. El tiempo de baja es elevado y durante esa recuperación el irlandés salió del listado de USADA. La Agencia Antidopaje de Estados Unidos debe controlar a todos los luchadores de UFC para darles el OK a que puedan competir. Deben tener, como mínimo, una antigüedad de seis meses para poder ser elegibles. La ecuación era sencilla: McGregor se daba de alta en febrero y en agosto o septiembre sería el combate... pero lo fácil no va con The Notorious.
El irlandés fue alargando plazos sin explicación razonable.
De verano se saltó a diciembre y finalmente el tiempo se cumplió: no podría ser en 2023. McGregor intentó tener una excepción de USADA. Es decir, quería pelear sin estar seis meses pasando controles. La negativa del organismo provocó la ruptura de UFC con USADA. Desde este 1 de enero otra empresa será la encargada de llevar el programa antidopaje de UFC (la misma que lo hace en la NFL o MLB).
El tiempo ya no era un problema, aún así, McGregor apuntaban al UFC 300 (13 abril).
En ese evento habría demasiados gallos y su entrenador avisó: volvería en verano de 2024. Así parece que será. ¿Y Chandler? Esperando. El estadounidense, de 37 años, peleó por última vez en noviembre de 2022. Ante tal oportunidad económica no quiso arriesgar y tuvo que permanecer parado. Si McGregor llama a tu puerta él es la cara A. Sólo queda esperar y llevarte la bolsa más grande de tu vida. Eso ha hecho. El 29 de junio todo terminará, aunque con Conor McGregor cualquier cosa puede cambiar. Nada se puede dar por hecho.
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